Cada segundo es oro. Cómo afrontar una crisis

Estos días estamos siendo testigos de una enorme tragedia en España.

Sin entrar en política ni mamoneos, en el correo de hoy quiero preguntarte cómo afrontar una crisis y en qué grupo te ves más reflejado.

Sé que en algunos puntos nadie se incluirá.

Ufff, ¡qué podrían pensar de mí!

Aunque eso habría que preguntárselo a los compañeros.

afrontar una crisis en la empresa aguantar chaparron

Hay una frase que estos días viene como anillo al dedo: “Puedes conocer a una persona durante años, pero sólo cuando vengan canutas y veas cómo reacciona, podrás verla como realmente es”.

Esta semana, todos estamos quedando retratados con lo de la DANA. Todos.

Todos queremos ser héroes en los momentos de crisis, pero la realidad es que no por quererlo llegamos a serlo.

Así que, lee bien y piensa.

Tienes 10 opciones o alguna más que se te ocurra.

afrontar una crisis empresarial y solucionarlo

¿Qué tipo de perfil se parece más a ti a la hora de afrontar una crisis y los problemas?

1. Toro sentado: Los que esperan el milagro

Se sientan a que el problema se arregle solo, sin sudor ni esfuerzo. Fumando en pipa y se esconden bajo plumas de colores que distraen de lo realmente importante.

2. El reloj de Dalí: Los que esperan que el tiempo cure todo 

No levantan un dedo.El reloj es su aliado, el ahora su enemigo. Se cruzan de brazos, esperan a que el tormentón amaine, se olvide y vuelta a empezar. La pasividad se convierte en su única estrategia.

3. Desde el palco y con las pipas: Los que miran desde el borde 

Ven el problema y el juego, pero no pisan el campo. Observan desde lejos, rodeados de excusas, pero sin ensuciarse las manos. Se sienten con derecho a opinar sin tener la valentía de actuar. 

4. Manolo y Benito: los buenos de «Manos en la Obra” 

Los que no temen ensuciarse y pringarse para que otros respiren tranquilos. No temen al barro, ni a la tormenta. Se remangan, cogen el toro por los cuernos y paso a paso se enfrentan al desafío. Son los que construyen los puentes cuando el resto solo ve el abismo.

5. La goma de borrar boli: Los que caen en su propio impulso 

Su ímpetu se convierte en error. Son saboteadores involuntarios. Quieren arreglarlo, pero lo empeoran y la cagan más aún. Se lanzan al problema sin paracaídas y sin estrategia. Cada intento de solución es un paso en falso, cada acción un tropiezo mayor. Hacen del caos un monstruo aún más grande.

cómo actuar ante una crisis de empresa

6. El dedo de E.T: Los que apuntan sin mover un dedo 

El trabajo no los llama, solo el aplauso ajeno les interesa. Se enfadan, pero no levantan ni un dedo. Critican, señalan y se quejan de la ineficiencia ajena, pero permanecen inmóviles sólo con reproches. En su mundo, la culpa siempre es de los demás y echan balones fuera.

7. Indiana Jones: Los buscadores de tesoros 

Desean un remedio instantáneo, un milagro que aparezca en un mapa y con las instrucciones a medida para su caso.Buscan respuestas rápidas y el «Lo quiero todo hecho y resuelto en una hora”.

8. Los maquilladores bomberos: Una capa por encima no falla 

Ven el fuego de crisis y tratan de apagarlo, pero siempre quedan chispas y no solucionan el problema de raíz sino que sólo lo maquillan con bonitos potingues, rimmel y colorete.

9. Los jefes airados: «La ira sin acción» 

Gritan y descargan su frustración en otros, como si las palabras pudieran apagar el fuego. Se irritan, se exasperan y su impotencia se disfraza de autoridad, pero no cambia la verdad: sin acción, el problema persiste.

10. Los olímpicos: «Todo hecho, pero las medallas son mías» 

Se parece al punto 3 y 6, ya que quieren que se lo den todo hecho. Están de un lado para otro y salen en todas las fotos pero no han hecho nada. En su mente sólo la gloria. Se presentan como los salvadores, pero sólo saben recoger frutos que otros sembraron.

Si no te ves reflejado en ninguno, cuéntame cómo lo harías.

Cada tipo de persona tiene su forma de afrontar una crisis y refleja una actitud, una filosofía de vida. 

Algunos sólo esperan que todo llegue a ellos, mientras que otros se entregan sin reservas. 

Sólo aquellos que se remangan, que se levantan del polvo, son los que realmente escriben la historia. 

El resto sólo observa, sin darse cuenta de que en una crisis no gana nadie.

Ya lo hablé en la DANA que pasó por Madrid hace un año y que nos sonó en el móvil: ¡Piiiii, piiiii! Muchos departamentos o CEOs de compañías no quieren ver lo que les está por venir..

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