Los que me conocéis en persona sabéis que me encantan las ideas disruptivas. Sobre todo, las que se pueden llevar a cabo y no se quedan sobre papel mojado.
Y hablando de papel, hace unos días leí una historia que me hizo saltar las alarmas neuronales y eso que al final indagué un poco y me dí cuenta que era falsa o más bien leyenda urbana aunque sí tiene un poco de historia parecida.
Muchos a lo mejor conocéis la anécdota, `pero si no es así, te hará pensar que estás haciendo mal en tu empresa.
La moraleja del lápiz y boli de los astronautas rusos
Cuando la NASA comenzó a enviar astronautas al espacio, descubrieron que los bolígrafos no funcionaban sin gravedad.
¿El motivo?
La tinta no bajaba por el boli hasta el papel, cuaderno o lo que fuera sobre lo que querían escribir.
¿Para resolverlo? Más de 6 años con las mejores cabezas pensantes y 12 millones de dólares (de su época, que no es moco de pavo).
Ya veo al CEO de BIC frotándose las manos haciendo consultorías.
A los mejores ingenieros, físicos y químicos con legañas sin dormir.
Al final, consiguieron desarrollar un bolígrafo que funcionaba sin gravedad, del revés o debajo del agua. Pero no todo se quedaba ahí. También era capaz de escribir sobre cualquier superficie, incluyendo cristal. Y funcionaba en un intervalo de temperaturas desde el punto de congelación hasta los 300ºC, por si se acercaban mucho al Sol.
Soy ávido lector de lo que pasa en EE.UU. y muchas de sus empresas, pero en este caso, alguien les dio mil vueltas (aunque luego se supo que no era vedad pero sigue leyendo entre líneas).
¿Qué hicieron los rusos?
Los rusos utilizaron un lápiz.
Simple, fácil y eficaz.
No se complicaron en algo que no tenía razón de ser.
Lo importante que debes sacar de todo esto es que, a veces, no hace falta liarse más de lo necesario para conseguir resultados.
En muchas empresas que analizo les pasa exactamente lo mismo.
No hace falta inventar la rueda.
Simplemente es poner en valor lo que se tiene,
Disponer de los mejores recursos para ello,
Enfocarse en lo que da mejores resultados y no detalles superfluos.
Muchos me dirán que si no es por esos estudios, no existirían las palomitas de microondas, la cinta de correr, los brackets invisibles, las plantillas de los zapatos o los filtros de agua.
Tampoco otros, muchísimo más importantes en nuestro día.
Pero tú o tu empresa no tenéis millones y millones en investigación ni sois astronautas.
Debéis poner todo vuestro esfuerzo en crear algo nuevo que no cueste un riñón o mejorar algo ya existente con una necesidad en el mercado.
Una simple vuelta de tuerca puede hacerte ganar millones.
Y no lo digo yo.
Simplemente fíjate en ponerle un palo a algo y ya tienes ahí un chupa-chups o una fregona.
Voilà.
Inventos que a día de hoy te pueden parecer de risa pero que facturan millones de euros al año.
Como ya escribí en una noticia anterior anterior, la gente no compra ideas.
Hay tesoros mucho más accesibles, casi sin inversión y tienen que ver con la imaginación y, sobre todo, su ejecución.
¿Quieres saber dónde está el petróleo en tu empresa?
Escríbeme o responde al email que madndo a diario para que tengas una visión externa que pueda encontrar esa pepita de oro que está al alcance de tu mano.
O sencillamente, esa forma de ver lo primordial en lo que tienes que enfocarte para relanzar tu empresa.
Muchas personas saben qué hay que hacer, muy pocas lo hacen.
Si quieres ser de estas últimas, aquí estoy para verlo juntos.
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