Esta historia de cómo una urbanización inconclusa, encontró su camino hacia la prosperidad, capta la esencia de lo que significa transformar una adversidad en una oportunidad… encontrando la capacidad para revolucionar un proyecto estancado y casi dado por perdido.
Si habéis estado en Lanzarote lo conoceréis.
Hace muchos años, antes de mi entrada en el mundo de la tecnología, nos llamaron de Explosivos Río Tinto, que era entonces el propietario del proyecto.
Tenían toda la infraestructura hecha, calles, canalizaciones, tendido eléctrico…se habían quedado sin dinero, y nos pedían -como expertos inmobiliarios, mi amigo y yo proveníamos de Meliá Inmobiliaria- un planteamiento para sacar la urbanización adelante.
Ya casi no tenían dinero para ningún esfuerzo de marketing, pero, aprovechando lo poco que tenían, y que yo me había hecho amigo de César Manrique –el gran creador de Lanzarote como destino turístico– hicimos a bajo precio, un gran vídeo vendiendo las bondades de la isla.
Con ese vídeo, me visité todas las grandes inmobiliarias de Europa, y convencí a unas cuantas, que nos compraran el terreno + la infraestructura y que fueran ellos los que vendieran a sus clientes, los desarrollos que hicieran.
¡Funcionó de cine!
Algunas, antes de decir nada, quisieron visitar la isla, y les atendimos como mejor pudimos.
La visita a la Casa en la lava de César era la experiencia definitiva, y se iban dispuestos a comprarnos una parcela.
El resto es historia.
Costa Teguise es hoy una gran urbanización, propiedad de miles de Europeos. Hay Alemanes, Franceses, Ingleses, Nórdicos…
Y la isla es, en parte gracias a Costa Teguise, un paraíso turístico que descubrió César Manrique, y por el que trabajó hasta su último suspiro, Q.E.P.D
¿Qué significa desde el punto de vista empresarial?
Que cualquier proyecto puede tener una segunda vuelta, si se sabe dar con la tecla adecuada.
Y, muy importante, que no hay que invertir todo en preparar las cosas y hay que dejar capacidad inversora para la venta.
Al final, si no vendes, pereces.
De nada vale lo que has hecho antes, si no eres capaz de venderlo.
Piensa en ello.
Esta experiencia nos revela que incluso los proyectos más retadores pueden florecer…
Y en especial, nos enseña que vender no es sólo una transacción, sino es el arte de comunicar una visión convincente a aquellos que están dispuestos a escuchar y participar.
No lo olvides, tu visión debería ser la fuerza que impulsa tu innovación y expansión.
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