Las previsiones de un emprendedor son siempre optimistas. Por lo menos eso es lo que opinan los inversores. Por otra parte, ser muy conservador te lleva a cifras que hacen que tu negocio no sea atractivo para un inversor. ¿Que hacer? Hay que ser realista y justificar el optimismo.
Podemos pasarnos 3 ó 4 meses sin poder vender nada y eso pesa sobre nuestro plan de negocio que no lo tenía previsto. Luego, de repente, empezamos a vender pero ni era el producto/servicio que teníamos previsto ni a la velocidad que estábamos esperando.
Por eso, mi consejo es prever 6 meses de retraso en todos los planes de venta. Si en 6 meses no hemos sido capaces de ”encontrar nuestro camino” lo vamos a pasar muy mal. Luego, debemos tener previsto un crecimiento que lo haga atractivo para un inversor y que esté plenamente justificado con las acciones de marketing que queremos llevar a cabo para lograr nuestros objetivos.
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