Estoy hablando de tecnología, no podía ser otra cosa en este entorno Baquiano. Hay muy pocas empresas españolas que los utilicen. Sin embargo, en las empresas americanas, son ya parte de un paisaje cambiante que necesita de gente capaz de… evangelizar.
Están al tanto de los últimos logros y objetivos de todos los esfuerzos de sus departamentos de investigación y de los de la competencia. Su rol es estar “muy al día” de lo que vendrá y hacer presentaciones a clientes e interesados que sirvan para preparar el camino de nuevos productos y soluciones tecnológicas.
No tienen responsabilidad de ventas pero, sin embargo, son clave en mucha de la captación que se hace de nuevos clientes potenciales. En startups es un puesto reservados a fundadores que han llegado a sus límites en cuanto a capacidad de gestión y, mientras evangelizan y explican el futuro, son sustituidos en la gestión por gente mucho más “de negocio” y orientados a resultados. Algo que, sobre todo los inversores, cuidan muy de cerca.
Muchos fundadores, que se mueven como peces en el agua al inicio, dejan de ser capaces de gestionar el día a día de una empresa que pasa de 20 empleados a 200 y en la que ya no conocen por su nombre a todo el mundo.
El camino de evangelista, de sus soluciones y de cómo es el futuro que viene, puede ser una solución para tener ocupado a alguien que ha sido fundamental para la empresa pero que ha perdido el interés o no tiene la capacidad debido al crecimiento de la empresa y al hecho que los problemas ya no se pueden solucionar solo con imaginación. Ha llegado el momento de la organización, los procedimientos y las reglas mucho más complejas de una empresa en constante crecimiento.
Los verdaderos evangelistas escriben un par de libros y son invitados de manera habitual a dar charlas y participar en debates sobre tecnología y prospectiva de nuevos negocio. Los buenos se convierten en una referencia y son capaces de ayudar a la empresa sin involucrarse en su gestión diaria.
Los evangelistas son muy necesarios porque tienen tiempo para pensar, estudiar, ver lo que hacen los competidores más avanzados y guiar a la empresa en el descubrimiento de nuevos productos y servicios.
En un segundo nivel, también muy importante, están empleados jóvenes y entusiastas, con sana curiosidad y dispuestos a “empaparse” de cualquier nueva tecnología que esté de moda y, si son buenos, serán los primeros en habla de ella dentro de su empresa y prepararán presentaciones atractivas para “evangelizar” dentro y fuera de su entorno inmediato.
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