Estamos a mitad de semana y, si aún no te has enterado, las marcas nos bombardean con el Black Friday.
Sí, ya llevamos muchos días, por no decir semanas, con el erre que erre de los descuentos. Dentro de poco empezará antes de la vuelta al cole al igual que las luces de navidad de Vigo.
Cada cual se sube al carro de las ofertas cuando quiere. ¿Les estará funcionando?
Puede que vendan a corto plazo pero dudo que, excepto marcas grandes, el resto puedan soportarlo.
Todos repiten las mismas promociones, los mismos descuentos, las mismas estrategias…
¡El mercado está saturado y ya no basta con ser uno más! Si todo el mundo grita «¡Descuento del 50%!», ¿quién te va a escuchar?
No seas uno más del montón.
Haz algo diferente.
Y no me refiero a que grites como en el mercadillo “Bragas a 1€”
Veo los anuncios por internet o los emails que me llegan de sitios a los que me apunté en su día y qué me encuentro…
- Los mismos mensajes.
- Los mismos colores (con un negro por encima para darle un toque y ya creerse que es distinto).
- El mismo signo menos “–“ con un % en gigante.
- Y, por supuesto, un “corre insensato, que se nos agota el stock”.
¿Crees que estos mensajes destacarán entre la multitud que nos llega?
A mí, personalmente, a no ser que necesite algo en concreto,
Ni fu ni fa.
Imagina esto:
• «¿Cansado de lo mismo de siempre? ¡Este Black Friday te traemos algo único con nuestros descuentos del -50%!»
Lo dicho. Ni fu ni fa.
Recuerda, las empresas no compiten sólo por el precio, compiten por ser memorables.
Diferenciarse no es una opción, es tu única opción.
Y si quieres sobresalir…
¡Tienes que hacer algo diferente!
Y no me refiero a cambiar el negro por un verde fosforito.
Piénsalo un segundo… todos los años las mismas campañas de siempre.
¿Y sabes qué?
Ya nadie se sorprende. Nadie se detiene a ver lo que tienes para ofrecer.
Por mucho que sea la repera.
La gente se ha acostumbrado.
La competencia es feroz, y si haces lo mismo que todos, tu oferta se va a perder en el ruido.
Si quieres que te compren, tienes que ser diferente. Y créeme, ser diferente no significa sólo poner un 70% de descuento o regalar algo más.
- Si eres empresa y te estás anunciando en Google Ads, Facebook, Instagram… Revísalos.
- Si tienes una pastelería y has puesto un folio en el cristal de fuera… Revísalo.
- Si eres freelance que haces servicios online con un pop-up en tu web… Revísalo.
Dales una razón para acordarse de ti después del Black Friday.
No sólo es “¡hay una oferta!”, sino ¿por qué esta oferta es la tuya?
¡Esto es diferente, esto vale la pena!
Haz que tu marca, tus productos o servicios digan: “Aquí estoy yo, ¡y vengo con todo!”
¿O tú crees que si te compran una camisa que valía 90€ y ahora por 30€, no se van a esperar al año que viene para hacer lo mismo?
Si aún no has hecho bien los números, te recomiendo leer el artículo: ¿Qué pasa cuando tus márgenes apenas te dejan respirar?
Es absolutamente necesario que entiendas cómo funciona el cerebro de la gente si quieres venderles o, mejor dicho, si quieres que te compren.
P.D. Si tienes alguna idea loca para tu Black Friday, ¡cuéntamela!
0 comentarios