Cada día la información fluye más rápido que nuestra capacidad para verificarla y saber si nos mienten. La veracidad de las estadísticas y las narrativas oficiales se convierte en una cuestión crítica.
¿Podemos confiar ciegamente en las cifras y reportes que moldean nuestra percepción de crisis globales?
Hoy destacaré la importancia de formar nuestros propios juicios basados en una investigación cuidadosa y balanceada.
Siempre se ha dicho que las estadísticas terminan dando la razón a quién las prepara.
Durante la pandemia, con el objetivo claramente marcado de que todos asumiéramos las vacunas como la única solución, se nos contaron muchos cuentos chinos.
José Gefaell, @ChGefaell, desde Twitter hizo un seguimiento exhaustivo de todas las estadísticas relevantes del momento, país por país, mes tras mes.
La mayoría contaban una historia que no tenía ninguna coincidencia con las posturas “oficiales”.
Ahora pasa lo mismo con temas como el calentamiento global y la historia -muy poco probada- que somos los causantes de todos los males que afectan a la Tierra.
Hay intereses creados detrás de todas las historias que nos cuentan.
Estamos acostumbrados a creer que la versión oficial es la real.
Por lo que nos envía de manera regular José, no es así, y debemos ahondar en las fuentes para entender bien lo que sí es real y lo que no.
¡Tengamos criterio!
No nos dejemos engañar con patrañas que nos quieren vender cosas que no son, y hacernos culpables de problemas que no existen, más que en la creación desde entidades globales a quienes nadie ha elegido nunca.
Si quieres empezar a tener criterio, te invito a seguirle en Twitter, bueno, ahora en X.
Su reciente post sobre citas pre apocalípticas o su seguimiento de estadísticas reales oficiales, le ayudan a generar un criterio claro que no acepta que nos vendan motos.
Muy recomendable para saber de qué hablar con los agoreros.
Mi resumen después de seguir este tipo de profesionales con criterio, es que nos venden una burra tras otra, y la prensa escrita tradicional es parte de la distribución del concepto equivocado.
Tengamos criterio propio viendo los datos reales.
La era digital nos ha dotado de herramientas para investigar y cuestionar como nunca antes, pero también ha hecho más imperativo que ejerzamos esa capacidad con diligencia.
Lo he dicho antes, ¡el aprendizaje constante es una necesidad…aprende siempre!
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