Si eres empresario y dices que no encuentras un programa de software para dirigir tu empresa… es que no has mirado bien. Hay soluciones para todo y para cualquier empresa.
Es importante estar tecnológicamente actualizado, pero también facilitar que tus clientes estén satisfechos y a la vez reducir tus cargas de trabajo.
Tu transformación debería llevarte a soluciones prácticas y realizables.
La eficiencia en la gestión empresarial la tienes a sólo un clic de distancia… me explico… Los modelos SaaS (Software as a Service) te permiten contratar el número de puestos que necesites y los precios son muy llevaderos comparados con la alternativa.
Caos organizativo… En pleno siglo XXI no puedes seguir gestionando tu empresa sobre unos antiguos ordenadores sobre Windows.
Necesitas información fiable al instante.
Un viejo amigo acaba de sacar un ERP muy completo, servido como SaaS, a un precio irrisorio para lo que ofrece.
Si estás interesado pídeme el contacto y te lo envío.
Merece la pena.
Cualquier empresa de más de 2 empleados necesita sistemas fiables, que le permitan estar al día de tus flujos de tesorería, facturas pendientes, clientes que no pagan, media de facturación por cliente…
¡Ah!… Y como siempre recomiendo, piensa en el autoservicio.
Pon sistemas que permitan la entrada de tus clientes y les informen de cualquier cosa que necesiten.
Que no te lo tengan que pedir a ti o a tus empleados.
El autoservicio es el rey.
Te ahorra mucho dinero, hace que tus clientes estén más satisfechos y mejora los tiempos de respuesta de cualquier proceso por complejo que sea.
No pierdas el tiempo con sistemas hechos a medida, a menos que necesites algo muy, muy diferente.
Hay sistemas para resolver cualquier necesidad de una empresa y son muy asequibles.
Sé una empresa actual.
El Siglo XXI no sólo ya está aquí, sino que avanza a pasos agigantados.
La clave está en elegir herramientas para tu negocio que se adapten a tus necesidades específicas, sin caer en la trampa de soluciones complejas y costosas.
Invertir en tecnología no es un gasto, sino una inversión en eficiencia, satisfacción del cliente y, en definitiva, en el crecimiento de tu negocio.
Estoy aquí para ayudarte a desatar el potencial de tu negocio.
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