Si llevas años en tu negocio y tienes un patrón qué funciona, ¿Por qué vas a estudiar lo que hacen tus competidores?
¡Es crucial!
No para copiarles, para diferenciarte.
Lo he contado antes en uno de mis libros.
Se trata de una pequeña ciudad en Italia.
Desde siempre existen 3 familias con tres fábricas de porcelana, odiándose y compitiendo en precio –una verdadera sangría-. Un día concreto, una de las familias, debido a enfermedad del patriarca, se ve forzada a buscar un sucesor y a dejar el negocio en los brazos del hijo más pequeño de los tres hermanos, con 28 años recién cumplidos.
- ¿Y qué pasaba con los dos hermanos mayores?
- ¿Eran unos zotes?
Pues no, eran médicos y les importaba muy poco el negocio.
Resulta que el hermano pequeño, ahora convertido en CEO de la empresa, había terminado un MBA en INSEAD y venía con ideas diferentes.
Buscó a un artista de renombre, muy conocido en toda Europa y firmó con él una exclusiva de diseño para sus porcelanas.
Las nuevas colecciones bajo su diseño se vendieron a 3 veces el precio de sus competidores. ¡Éxito total!
Competir en precio es muy poco recomendable.
En esta historia, tres familias que adoptaron enfoques muy diferentes…
- La primera se aferró a sus métodos tradicionales, manteniendo la calidad, pero sin innovar.
- La segunda invirtió en tecnología para reducir costes y mejorar la eficiencia.
- Sin embargo, fue la tercera familia, con su enfoque en la diferenciación a través del diseño exclusivo, la que realmente acertó.
Lograron que sus productos con diseños creativos y asociados a un renombrado artista europeo, se destacaran en un mercado saturado, permitiéndoles vender a precios significativamente más altos y asegurar su éxito.
Busca diferenciación hacia arriba y con mayor margen.
Recuerda, las empresas del Siglo XXI facturan más por empleado y son muy rentables.
Si la tuya no lo es, entonces… No es de este Siglo.
Puede ser del pasado y que sobreviva, pero con márgenes menguantes y poco recorrido.
Las empresas del siglo XXI prosperan gracias a su capacidad para innovar y ofrecer productos de alto valor y con márgenes saludables.
Si tu negocio aún no está ahí, es momento de replantear tu estrategia y ver qué oportunidades hay de transformarla.
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