¿Te consideras un líder? Si tienes una empresa, lo quieras o no, eres un líder o tienes que convertirte en uno, cuanto antes mejor.
Los equipos sin liderazgo claro, terminan mal.
En el Siglo XX los líderes tenían tendencia a ser “mandones”, “esto es así porque lo digo yo y aquí mando yo”, eran lemas muy habituales.
Estamos en el Siglo XXI y hablamos de que es el siglo del talento.
Bueno pues, el talento no quiere ser mandado, quiere ser inspirado.
¿Eso quiere decir que no puedes mandar?
No, quiere decir que tu forma de mandar debe cambiar.
Cuando hacemos un workshop de Discovery, frecuentemente, vemos aportaciones desde cualquier ámbito del comité de dirección. El secreto está en que el CEO no asuma el mando del grupo, sino que se comporte como parte de él.
Con frecuencia, las mejores aportaciones las hacen los más jóvenes del equipo.
El Talento está en cualquier lugar de la empresa y tu obligación como líder es asegurarte que aflore.
Si te rodeas de equipos trabajadores, pero que piensan más que en seguir tus órdenes, tendrás pronto limitaciones y tu empresa dejará de ser competitiva.
Averigua qué piensan los más jóvenes.
Déjales participar de manera regular en las tomas de decisiones más difíciles.
Te sorprenderán.
Hazte líder carismático.
Consigue que te sigan por la admiración que sienten hacia ti.
Por miedo a ser despedidos, ya no funciona.
El talento ahora escoge. Tu empresa ya no.
Tu empresa tiene que captarles en base a un liderazgo moderno competitivo y participativo, en el que tengan lugar las discusiones sanas y se destierre cualquier comentario tóxico.
Si tienes mucho talento en casa, úsalo.
Haz muchas preguntas, averigua qué piensan los últimos 3 empleados que has contratado después de un mes en la empresa.
Intenta captar talento dándoles misiones difíciles, pero a la altura de sus capacidades.
Intenta el…
“nos vendría muy bien si pudieras” …
“nos encantaría que pudiéramos entender”
¿Puedes buscar la relación que hay entre los mejores clientes y nuestros márgenes operativos?
Márcales el objetivo y déjales la responsabilidad de lograrlo.
Recuerda que la grandeza de un líder se mide mejor no por la altura de sus logros, sino por el elevado impacto de su equipo.
Otros artículos relacionados:
0 comentarios