Vivimos saturados de información, y, aun así, muchas empresas caen en la trampa de querer explicarlo todo a la vez, dejando a sus clientes totalmente confundidos y sin tomar acción.
No sería mejor centrarte en lo esencial, es decir, en el mensaje que realmente importa.
Me lo ha recordado Isra Bravo en uno de sus directos.
Es de Steve Jobs y de su encontronazo con uno de sus copywriters. Steve quería hablar de las 5 prestaciones que tenía el nuevo iPhone en su comunicación.
Su copywriter le propuso un ejercicio, hizo una bola de papel muy apretado entre sus manos y le dijo a Steve que la cogiera, se la tiró y la atrapó al vuelo.
Luego hizo lo mismo con otras 5 bolas y se las lanzó de nuevo.
Steve no cogió ninguna, pero captó la idea.
Céntrate en lo que quieras vender, lo más importante, olvídate de mezclar prestaciones y confundir al cliente.
Lo veo a diario…
El comité de dirección, entusiasmado con su producto, lo quiere explicar todo y mezcla conceptos de venta de producto con servicios de atención al cliente o mantenimiento.
La primera regla de oro es, no confundir al cliente.
No le distraigas con alternativas que tiene que comparar sin saber muy bien de qué van.
Sé concreto.
Tu página de ventas debe ser sencilla, comprensible y centrada en lo que quieras vender, sólo una cosa.
Si tienes que vender más, probablemente debas hacer formatos diferentes para distintos tipos de cliente.
Los directores de producto se complican mucho la vida cuando se olvidan de que ellos no son el cliente.
El cliente sabe poco o nada de nuestro producto y se lo tenemos que explicar muy fácilmente.
Un buen copywriter como el que le propuso el juego de las bolitas a Steve, lo pondrá en claro y se centrará en una sola cosa en cada caso.
Si tu departamento de marketing es pródigo en explicaciones de prestaciones diversas, no les dejes.
Claridad y foco. Eso vende.
Alternativas y confusión. No.
No mezcles productos con servicios en una oferta.
Si vendes un producto concreto no trates de vender, al mismo tiempo, un curso para aprender a usarlo.
Son temas diferentes que confunden al lector.
Escribe para que lo entienda todo el mundo.
A lo mejor no para tu abuela, pero desde luego para tus padres.
No se trata de ganar un premio. Si no, de vender siempre.
Lleva mucho tiempo simplificar las cosas. Pero es la clave para conectar y vender.
La claridad no sólo atrae, también guía al cliente hacia el «sí» que estás buscando.
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