Ayer, entre saltos de trampolín y piragüismo en las Olimpiadas, estaba delante de la tele y acabé viendo un documental bastante interesante sobre Maradona.
Ya se sabe mucho del astro argentino – El Pelusa, Barrilete Cósmico, Pibe de Oro, D10S o simplemente ‘ El Diego’. Para muchos amado, para otros odiado.
Pero la explicación de cómo fue su vida me dio para escribir el post de hoy.
No te voy a hablar de su magia en la zurda, de cómo el talento por sí solo no es suficiente, ni de sus problemas con la cocaína o de sus idilios con prostitutas o su relación con la mafia.
Sino de cómo algunas de las situaciones vividas por uno de los futbolistas más talentosos y carismáticos de todos los tiempos pueden aplicarse al mundo de la empresa.
La trayectoria de Maradona, marcada por momentos de gloria y períodos de declive, ofrece valiosas lecciones que puedes aplicar a tu negocio o departamento.
Aquí 5 que sirvan para reflexionar:
1. Entorno y malas influencias: Maradona se rodeó de personas que no siempre tenían sus mejores intereses en mente.
Incluso su entrenador personal conocía sus vicios pero prefirió callar y decir “sí, bwana”.
Ya lo escribía la semana pasada, ¡Opinar con el estómago! El talento y las ideas contrarias.
Prefiero gente en mi equipo que de vez en cuando discrepe con ideas objetivas.
La mafia napolitana (Camorra) le utilizó hasta que sus negocios se vieron comprometidos y prefirieron dejarle caer cuando fue juzgado.
Cuidado en tu empresa entre quienes sólo buscan tu favor. Se arriman a ti “por el interés te quiero Andrés”.
Clientes o proveedores que en un momento dado te darán la patada.
Empleados que no están alineados con la empresa, que sólo buscan un trampolín para cambiarse o los que están a disgusto sólo esperando a que llegue la jubilación.
Rodéate de socios o colaboradores que compartan los mismos valores y objetivos.
Es crucial elegir cuidadosamente con quién te unes.
2. Falta de disciplina y autocontrol: Su adicción a las drogas y otros excesos socavaron su rendimiento y salud.
Sabes que algo no te conviene, pero eres incapaz de decir basta.
Quieres mejorar en tu vida, en tu trabajo, en tus relaciones de pareja, pero no haces nada por cambiarlo.
Trabajas más horas que el sol pero tu cuenta del banco sigue tiritando.
La falta de rigor en la gestión y el no establecer límites puede llevarte a decisiones impulsivas y poco estratégicas.
Ya lo hablaba también en otro artículo: “Tus síntomas de dependencia … y no hablo de drogas”
3. Presión constante: La enorme presión mediática y las expectativas incesantes afectaron su bienestar mental y emocional.
Conozco CEOs que no delegan en sus departamentos. Quieren revisarlo todo y se echan piedras sobre sus espaldas.
Para otros tantos, su facturación no es la esperada y las pasan canutas a finales de mes, incluso para pagar las nóminas de sus empleados.
Emprendedores que no dan con la tecla para lanzar su proyecto o encontrar inversores.
Las expectativas pueden sobrepasarte.
4. Contratos ilegales: Sus problemas legales y los escándalos fuera del campo dañaron su reputación.
Acabo de conocer una empresa cuyo departamento de contabilidad y legal han dejado mucho que desear y ahora están de abogados.
Mantén siempre tus cuentas claras, haz tus trabajos con facturas, contrata gente con salarios acordes de forma legal, paga a tus proveedores a tiempo,…
5. Un día estás arriba y otro hundido en la mierda: Días de gran juego y gloria para el barrilete cósmico pasan a años de tristeza y abandono.
De héroe en el Nápoles a villano en la final del mundial entre Argentina e Italia.
Genio y diablo. Leyenda y mito.
Maradona llegó a ser Dios hasta que fue expulsado del Olimpo.
Tu empresa o marca pueden estar un día en la cima, y al siguiente caer sin frenos.
Al igual que un deportista cuida su cuerpo, tu empresa debe cuidar sus recursos (humanos, financieros, tecnológicos) para asegurar un rendimiento sostenible.
Si quieres rodearte de buenas compañías.
Si tienes una empresa cuyos números empiezan a flojear y quieres recuperarlos,
Si tienes un negocio que va bien, pero sientes que podría ir mejor.
Si crees que tu compañía tiene un potencial mayor y no sabes cómo alcanzarlo,
¡No te cortes y ESCRÍBEME o deja tu comentario!
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