¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas empresas prosperan mientras otras no logran despegar? Puede ser por varias razones, pero una muy relevante puede estar en las métricas de la empresa.
Una estrategia de medición no es un complemento, sino un pilar fundamental para el crecimiento de tu negocio… en este mensaje es muy probable que encuentres consejos prácticos para tomar decisiones basadas en datos sólidos.
Lo que no se mide no existe.
Muchas empresas tienen multitud de actividades que no miden.
¡Mal!
Si no se mide, sirve para bien poco.
Hoy en día existe una variedad software para medir cualquier cosa.
El que tiene actividades sin mediciones regulares, lo hace bajo su propio riesgo.
Hay que medir la facturación por empleado, los márgenes por empleado, los costes de la captación de clientes, los aumentos – o pérdidas- en cada acción de ventas que iniciemos, los resultados de acciones de marketing concretas.
El customer journey de nuestro cliente en nuestra Web, en la de nuestros competidores…
Hay que medir y tener todas las métricas del mercado global y el específico al que nos dirigimos.
El detectar nuevas oportunidades, pasa por estudiar el mercado directo e indirecto.
Si no tenemos departamento de marketing, debemos contratar alguien externo que nos vigile los datos que necesitamos para gestionar bien nuestra empresa.
Nuestros empleados deben usar datos fiables siempre, y contribuir a que los datos que tengamos, todos lo sean.
Ya hemos hablado con frecuencia de la importancia de los datos y éstos salen de los planteamientos fiables dónde los usamos y por los que medimos a nuestro equipo.
Los incentivos del equipo deben tener los datos en consideración.
Debemos evitar juicios faltos de mediciones que les acompañen.
Si algo no nos gusta, pero sus mediciones son excelentes, debemos felicitar al responsable y auparle a pesar de que no sea nuestra primera elección.
¡Qué hablen las métricas!
Aparta las impresiones subjetivas y déjate llevar por los números.
Son más fiables.
Recuerda, la clave para mejorar y crecer no es sólo medir, sino saber qué medir y cómo hacerlo de manera eficiente.
Implementar un sistema de medición efectivo te permitirá identificar oportunidades de mejora, optimizar recursos, y tomar decisiones basadas en hechos, no en suposiciones.
Es hora de que las métricas se conviertan en el idioma de tu negocio, y así, potenciar su crecimiento.
Préstale atención a tus datos, cómo ya lo he dicho antes pueden ser tu mejor activo.
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