Tenemos miles de distracciones. Perdemos la capacidad de concentración, nos distraen regularmente, ininterrumpidamente… pero la curiosidad es imparable.
La gente ya no lee más de una página.
¡Es mentira!
Si escribes algo que les interesa, lo leen.
Yo he acelerado todavía más mi ritmo de lectura.
A pesar de ello, dedico de media hora a una hora a atender las redes sociales en las que estoy -casi todas- no respondo al estereotipo de “no lector”.
Leo compulsivamente, sobre todo lo que me interesa y me interesa mucho el ámbito de la gestión empresarial, los modelos de negocio del Siglo XXI, el desarrollo de la Inteligencia Artificial, la robótica y la bioingeniería y, de vez en cuando, necesito una novela para relajarme.
Soy adicto a Tik Tok –últimamente menos porque se está deteriorando el seguimiento que hace el algoritmo– he desarrollado una percepción visual instantánea que me hace saber si el tema me interesa o no.
Anoto mentalmente, y algunas veces, en papel.
Investigo temas que he descubierto por casualidad que me interesan.
Hago anotaciones sobre temas de los que hablaré en esta Newsletter.
¡Discrepo! La tecnología no merma la habilidad para concentrarnos
Mi curiosidad sólo tiene el límite de mi tiempo.
Pago por aprender cosas nuevas.
Hago varios cursos cada año.
Leo libros de más de mil páginas. Me los tomo como un reto.
Y no, por eso no me cuesta escribiros a diario.
Gracias por leerme y acompañarme en este viaje de descubrimiento diario.
Mantén tu curiosidad, dedica tiempo a lo que realmente te interesa.
Si puedes dominar estas habilidades, no sólo sobrevivirás, sino que destacarás.
Así que, la próxima vez que sientas que te ahogas en un mar de datos, recuerda: es tu oportunidad para aprender algo nuevo y crecer.
Cuanto más sabemos, más nos damos cuenta de todo lo que todavía No sabemos… nunca dejes de aprender.
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