Ayer me invitó a comer un buen amigo. Sí, la comida de cine, pero te quiero contar algo que pasó mientras estábamos en la mesa.
Mi amigo está muy metido en los círculos empresariales de la Cámara de Comercio Alemana y, por ello, le mencioné que un buen amigo estaba queriendo buscar un puesto de Director General, en una empresa alemana.
Le comenté que es ingeniero industrial y que había estudiado y trabajado en Alemania.
Ahora lleva tiempo siendo Consejero Delegado y Director General de empresas en España, pero le apetece volver a trabajar con una empresa alemana para no perder su alemán y mejorar sus antiguos conocimientos del país.
Total, que me dice que si tengo su Currículum que se lo envié.
Lo hago mientras comemos –sí, ya sé que no se debe hacer, pero él también interrumpe la comida de vez en cuando con algo urgente-.
El caso es que recibe el correo con el CV, lo mira un par de minutos y me dice, este CV no sirve para un puesto directivo.
¡Toma ya!
Me quedo perplejo y le pregunto por qué.
La foto no es suficientemente buena, tiene la camisa arrugada y la corbata no hace juego con el traje que lleva pero, lo más importante, demasiada verborrea y poca síntesis de lo que realmente tiene que explicar.
Si quieres ser Director General, tienes que explicar por qué estás cualificado para ello y no perder el tiempo dando explicaciones sobre tus títulos universitarios y prácticas que no aportan nada a un puesto de esa envergadura.
Si quieres dirigir una empresa que no te conoce, tienes que “sonar” muy ejecutivo y capaz de sintetizar lo más importante.
Lo importante es decir que eres Ingeniero Industrial de la Universidad X, que has estado en puesto de gestión de proyectos durante 7 años, y ahora llevas 10 años dirigiendo empresas con más de 200 empleados y que has tenido que elaborar sus planes estratégicos que se han cumplido al 98% y, además, tienes especial habilidad, me lo invento, en leer Balances y detectar productos y servicios que no están cumpliendo tus expectativas.
Eres firme pero cordial y diriges desde la abundancia, mejorando a diario la captación y retención de talento, que se demuestra por el menor porcentaje de renovación de empleados –comparado con la media del sector– que tienes en todas las empresas que has dirigido.
Como en todo, hay que venderse bien.
Si lo que busco es un Director General que me sustituya porque voy a jubilarme el año que viene, quiero que el candidato me convenza sobre el papel, luego ya tendré oportunidad de verlo en persona y completar mi impresión sobre sus cualidades.
Así que, si quieres un puesto de Director General.
Te tienes que currar bien el currículum.
¡Siempre!
Y fotografía profesional de estudio.
Tu currículum es la primera impresión que das.
Si no logras captar la atención de quienes te leen, podrías estar perdiendo la oportunidad de abrir una puerta que cambie tu carrera.
Recuerda, si aspiras a un puesto directivo, tienes que sonar como alguien que está listo para asumir el mando.
Los siguientes pasos serán demostrar que eres capaz de equilibrar tus habilidades de liderazgo para adaptarte a las necesidades cambiantes de la empresa.
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