Si llevas años en tu empresa y ésta ha salido adelante más de 5, estás ya entre la mayoría de los empresarios que han pasado su quinto año.
El 59,6% de todas las empresas no llegan a los 5 años, según el último estudio de CEPYME (informe pdf).
Bueno, si acabas de inaugurar el 6º o 7º año, mi recomendación es que hagas un alto en el camino y llames a todos tus clientes.
- ¿Para qué?
Para darles las gracias, y decirles que seguimos contando con ellos para crecer y que nos harían felices si nos dijeran en qué podemos mejorar.
- ¿Y a todos los que ya no son clientes?
A esos hay que dedicarles especial atención.
Saber por qué se han ido, por qué no siguen con nosotros.
- ¿Han encontrado un mejor proveedor?
Piensa en darles un regalo para que vuelvan.
- ¿Un regalo?
Sí, un regalo, algo que tenga valor para ellos y que a nosotros no nos cueste la vida.
Por ejemplo, un estudio sobre el sector que hemos comprado y podemos distribuir a nuestros clientes de manera gratuita.
Un curso práctico para sus empleados. Lo que sea que les pueda significar un regalo.
Estas llamadas nos servirán para mucho.
Averiguaremos qué podemos hacer mejor, qué competidores nos están ganando terreno, lo que aprecian más los clientes que más nos compran…
Y, sobre todo, lograr cercanía.
- ¿Cuándo ha sido la última vez que has hablado con tus 5 mejores clientes?
- ¿y con los 10 peores?
- ¿Y con aquellos que ya no nos compran?
Acércate a tu cliente todo lo que puedas, y que éste entienda que lo haces porque te preocupas por ellos.
Prueba a dar protagonismo a tus empleados, dándoles unos pocos clientes para atención personalizada.
Crea un sistema de información para que todos los empleados conozcan lo que averiguamos de nuestros clientes.
De forma que sepan, cuando alguno de nuestros empleados ha descubierto o puesto en práctica una nueva iniciativa que ha generado beneficios para la empresa. Prémiales. Hazlo público.
¡Qué los buenos se sepan quienes son!
Al dedicar tiempo a entender por qué algunos clientes siguen contigo y otros se han ido, puedes descubrir oportunidades que nunca imaginaste.
Escuchar, aprender y actuar en función de lo que tus clientes te dicen, no sólo refuerza la lealtad, sino que también impulsa el crecimiento.
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