Por mucho que estemos en el Siglo XXI, la mayoría de los negocios actuales son del Siglo XX. Los que no son del Siglo XVIII, claro.
Pero, si llevas en ello más de 5 años, algo están haciendo bien o ya habrías tenido que cerrar la empresa.
Recuerda, las empresas del Siglo XXI tienen características únicas: tienen mucho margen, generan mucha tesorería, utilizan mucho talento y tienden a ser globales en su alcance.
– Qué bueno, me apunto.
Para, no tan rápido…
Si tienes un negocio que apenas tiene márgenes del 20% –que en netos generan un 5%– estás en un negocio que no da para más.
– ¿Qué puedo hacer?
Ver si tu conocimiento tiene aplicación a empresas del Siglo XXI que sí tienen buenos márgenes e intentar colaborar con ellas.
Puede ser tu conocimiento de los clientes en un área geográfica concreta, la calidad de tus vendedores, el sistema logístico del que dispones… cualquier cosa que pueda ser utilizada en otro entorno más rentable.
Me preocupa ver redes de venta magníficas, vendiendo más de lo mismo y facturando buen dinero, pero casi sin margen.
Mientras, empresas del Siglo XXI con buenos márgenes, no terminan de ser capaces de vender sus productos por falta de conocimiento de marketing y ventas, o por el lío que se han hecho con una logística que no conocían.
Ya os he contado alguna vez el dicho gitano. “Dios me ponga donde aiga”.
Lo que significa que, si trabajas con poco margen en entornos muy competitivos, tienes un camino difícil que recorrer a diario.
Piensa bien en qué eres bueno.
Muy bueno a ser posible.
Conviértelo en un arma para alguien con buenos márgenes que lo necesite.
¡Merece la pena!
Y si llevas muchos años sobreviviendo, seguro que hay algo que haces muy bien.
A ver qué es.
¿Entiendes tus fortalezas? Muchas empresas no saben qué es lo que tienen, pero lo tienen.
Otros artículos relacionados:
0 comentarios