¿Tesorería?… Sí, ese dinero que tienes tocándose las narices en el banco.
Si tienes la suerte de tener una buena tesorería y no tienes un buen CFO, harás bien en buscar ayuda para mejorar la rentabilidad de tu liquidez sin usar.
Hoy te propongo revisar cómo optimizar tu tesorería y mantener tu caja en constante movimiento.
Me lo comenta Iván, un buen amigo lector, me dice que es la pregunta que le hizo al CEO de la empresa en la que participa.
- ¿Qué estáis haciendo con la caja que no usáis?
Tuvo suerte.
Parece que la tenían bien invertida para que, con garantía, pudieran sacarle un 3 o un 4%.
Mejorar tu tesorería tiene mucho que ver con, cómo haces el presupuesto de tus proyectos y simplemente, para las ventas estimadas, cómo recibes el cobro y cómo pagas a tus proveedores.
“Cash is King”
Es muy recomendable hacerlo todo con vistas a generar flujos de caja positivos.
No puede ser que tu pagues a tus proveedores a 30 días y, sin embargo, tu cobres a 90 días, casi seguro que estarás teniendo que pagar con un préstamo del banco.
Si haces la ecuación al revés, tus proveedores te ayudan a mejorar tu tesorería, y a lo mejor, si no les aprietas demasiado con los márgenes, incluso te consideren un gran pagador.
Veo a diario modelos del Siglo XX que invierten primero, y reciben el pago mucho después.
Se financian con créditos y con capital propio, en vez de plantearse como mejorar su tesorería en cada proyecto o venta que hacen.
No debes dejar tu dinero sobre la mesa más tiempo del necesario y, desde luego, nunca pagar antes de recibir tu pago por lo que vendas.
Requiere un buen análisis de márgenes, una política clara y un cumplimiento feroz.
Clientes y proveedores se acostumbran, y tu tesorería lo agradece.
¿Y el dinero que no necesitas?
Lo inviertes de manera segura, pero que te dé algún rendimiento.
Si tienes un buen CFO (Chief Finacial Officer) ya lo estará haciendo.
Si no, en cuanto puedas, contrata uno bueno.
Muchas empresas rentables se van a pique por falta de caja.
Ya lo he dicho antes.
“Cash is King”
No es suficiente generar ventas y márgenes si no vigilas de cerca tus flujos de caja y cómo inviertes tu liquidez sobrante.
Asegúrate de contar con el talento adecuado para gestionar estos aspectos vitales de tu negocio, y recuerda: un buen CFO puede marcar la diferencia entre una empresa que simplemente se mantiene a flote y otra que navega con éxito.
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